COVID-19: “Italia es un presagio de lo que vendrá”

John R. Litaker, PhD, director de The Litaker Group

Desde una perspectiva práctica, la declaración de pandemia del COVID-19*, por parte de la OMS probablemente no cambie mucho las cosas. En realidad, la declaración de la OMS es más bien un reconocimiento a lo que todo el mundo ya sabía: el virus es incontenible y ahora es global. Y que aquellos que lo consideraron de poca gravedad en su momento ahora lo tomarán en serio.

Lo que sí significa, sin embargo, es que el mundo está en aviso. Un nuevo virus está aquí y todas las personas son susceptibles a él, porque los individuos no tienen inmunidad natural ni inmunidad inducida por vacunas y no hay una inmunidad colectiva o “de rebaño”. Es un reconocimiento a que las medidas de control, como el aislamiento y la cuarentena, serán más factibles en todo el mundo.

¿Qué significa esto? Que ocurran cuarentenas masivas, como en Italia, y en cualquier lugar donde haya habido una transmisión comunitaria. ¿Por qué? Porque no tenemos ninguna forma real de combatir la enfermedad, es decir, no tenemos inmunidad. La cuarentena masiva puede evitar que la enfermedad se propague hasta que se desarrolle una vacuna, pero una vacuna no estará disponible hasta, al menos, fines de año.

Hoy las personas y empresas están pensando qué harán si tienen que trabajar online, o de forma remota, durante dos semanas, o si van a tener que cerrar. En este sentido, Italia es un presagio de lo que vendrá.

Además, con Italia el mundo está obteniendo datos reales y transparentes, de un país industrial, que tiene uno de los mejores sistemas de salud del mundo. La forma en que Italia enfrente esta pandemia será un indicador de cómo otros países pueden hacerle frente. Lo otro relevante es que todos estamos viendo números reales de infectados, algo que era menos preciso con la información proveniente de China e Irán.

¿Y Chile?

Las clínicas deberán estar preparadas para los casos eventuales. No se puede enfatizar lo suficiente en este punto. Cuáles serán los procedimientos o protocolos de ingreso, egreso, control de infecciones y traslado de pacientes al hospital. Hace unos días hubo un caso potencial de COVID-19, en Austin, Texas, Estados Unidos. La persona había regresado de unas vacaciones en crucero y estaba enferma. Fue a una atención de urgencia y debido a los bajos niveles de oxígeno fue enviada de inmediato al hospital.

Asimismo, va a haber un aumento en el número de personas que piensan que cada tos y fiebre es el virus, aunque en este momento es probable que no lo sea, ya que no hay transmisión local sostenida por la comunidad. Pero una vez que las personas vean la palabra pandemia, se preocuparán (naturalmente), y pedirán atención.

En seguida las personas demandaran suministros, por lo que es probable que los almacenes verán que los artículos cotidianos se vuelven escasos. Por otro lado, aquellos empleados que puedan trabajar desde sus casas (ojalá todos los empleados) deberán pensar en hacerlo durante una cuarentena de al menos dos semanas, si así lo ordenan las autoridades. Hay que tener en cuenta que en Italia el decreto de cuarentena se firmó después de la medianoche, por lo que la gente se despertó con preguntas esenciales: ¿Hay suficiente comida en casa, tenemos bencina en el automóvil, hay medicamentos y otros suministros?

¿Qué hacer entonces? Tenga al alcance al menos dos semanas a un mes de suministros de limpieza; informe a sus clientes que todo sigue igual, pero que la seguridad es primordial. El distanciamiento social va a ser clave: al menos un metro de distancia; buena higiene de manos (no se dé la mano, use muchos geles a base de alcohol); y por favor, no salir de casa si está enfermo, excepto a la clínica, pero llame con anticipación para que puedan conducirlo desde su automóvil.

*La información contenida en esta columna podrá ser revisada y renovada dependiendo de nueva información acerca del COVID-19.

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